Caconóceme

 Este texto fue escrito durante el 2018 en el contexto del taller de Periodismo Narrativo dictado por Leila Guerriero en el Magister de Prensa Escrita UC. En su minuto fue un perfil de mi amigo Hermann Heim, quien se habia convertido en un personaje controversial dentro de la politica universitaria en la UC. Hoy, 7 años después, Hermann es reconocido como guionista de teleseries y una figura importante en la escena del Stand Up comedy en Chile, y este texto se convierte en una mirada hacia los origenes de una estrella en ascenso y las pasiones internas que lo llevan a ser como es.

Dos reflectores halógenos iluminan lo que hace unas horas era la oficina del Centro de Alumnos de College de la Universidad Católica, ubicado cerca de la entrada por Benito Rebolledo del Campus San Joaquín, en la comuna de Macul. Viejos lienzos de distintos movimientos políticos de la universidad adornan el fondo del escenario.

- Súbelo un poquito… Un poco más… Más… Hermann, entiende, eri’ muy bajo pa’ esto, llámate a alguien más alto. 

Solo dos muebles en el improvisado plató: para el entrevistado, un sillón; para el entrevistador, un escritorio. Sobre este último hay un micrófono ambiental Tascam.

- Uno, dos, check. ¿Aló? ¿Aló? ¡Hermann! ¿Cómo se prendía esta wea de nuevo? 

En el piso hay varias marcas de cinta adhesiva, huellas de ensayos fallidos, pero dos equis de masking tape marcadas con sharpie rojo indican las posiciones definitivas de los tres trípodes que sostienen las cámaras. Dos reflex Canon semiprofesionales, y una cámara de mano de menor calidad, que el equipo llama cariñosamente posmo-cam.

- ¿Hermann, qué lente quieres aquí? ¿Ah? Chucha, no traje ese. ¿Teni’ uno? Ya, uso el tuyo entonces.

Detrás de cámaras, dos miembros del equipo revisan atentos el escenario final. Aún más atrás, hay dos sofás diseñados para tres personas, pero que ahora mismo sostienen a seis cada uno. La mayoría de los presentes son amigos del conductor del show.  

Las luces en su lugar, las tres cámaras grabando, el micrófono prendido. 

- ¡Hermann esconde el guion! —gritan los camarógrafos al unísono. 

Delante de las cámaras está sentado la figura del programa: Hermann Heim. Tiene 23 años, entró a College en la UC hace 3, hoy estudia Dirección Audiovisual en la misma universidad. Un tipo de poco más de un metro sesenta y apenas 45 kilos. Lleva su traje habitual del programa: chaqueta, camisa, y una corbata cuyo color varía según la tendencia política del invitado de turno (hoy es naranja). Se ahorra los pantalones, ya que sus piernas no se ven en las grabaciones, por lo que lleva un pequeño short. Cuando comparan su look con el del guitarrista Angus Young de AC-DC, él piensa que le hablan de Jack Black en la película Escuela de Rock.

Entra el entrevistado. Como muchos antes que él, es un político, aunque el programa no se limita a solo esta especie de invitados. Aparece de todo en esta pasarela: rectores, decanos, representantes estudiantiles, youtubers, etc. En esta oportunidad, el sujeto es Jaime Bellolio, el diputado más joven de la Unión Demócrata Independiente, conocido por ser una figura disruptiva, de tendencias más liberales, en el partido político más conservador de parlamento chileno. Se sienta en el puesto designado y saluda al entrevistador, quien le entrega una Red Bull. 

- Es el auspiciador—dice—no saben en que más gastar su plata. 

El chiste llega al equipo, pero no a la audiencia. 

El silencio reina en la sala, todos los ojos están sobre el conductor. Hermann aplaude una vez, es un gesto técnico que servirá para sincronizar la imagen con el audio cuando esté editando el video esta noche en su habitación, peleando contra las limitaciones técnicas de su computador personal. Respira hondo una vez y sus hombros descienden lentamente. Mira a Bellolio y le pasa una oblea.

- Toma un Golpe, me dijeron que te gustan —le dice, haciendo una alusión al apoyo de su partido político al golpe militar de 1973. Los camarógrafos se ríen, pero algunos de los espectadores demuestran cierta incomodidad. Luego, Hermann mira a una de las cámaras.

-Para que sepan, así va a ser el tono de esta wea.

 

* * *

 

      Hermann Heim tiene un ejército. Uno de 10.400 suscriptores en YouTube, que ha ido amasando durante 3 años de incesante producción audiovisual en línea.

El canal se formó en 2015 con el nombre CacoTV, ya que en sus inicios era un proyecto del Centro de Alumnos de College (CACo), que buscaba que los estudiantes conocieran a sus candidatos a cargos de representación estudiantil de una forma más lúdica y cercana. Pero Heim tenía otros planes, planes mas grandes, y no tardó en quitarle al espacio su faceta institucional y convertirlo en un proyecto completamente propio.  Bautizó al programa “Caconociéndonos” y lo cargó del humor negro que lo caracteriza.  

La idea era simple, hacer una especie de talk show universitario. Un entrevistador carismático y chistoso, que hiciera bromas constantemente y, a través de ese humor, lograra mostrar la faceta mas humana del entrevistado, un personaje de relativa relevancia para la universidad.    

El primero en unirse a este experimento fue Cristóbal Muñoz, que es acreditado en el programa como “Topo”, simplemente porque así le llaman sus amigos. 

-Hermann se me acercó y me dijo “¡Ey! ¿tú tienes una cámara buena o no?”. Le dije que sí y me explicó que tenía que hacer cuatro videos para el centro de alumnos. Me pidió ayuda, yo apenas lo conocía, pero me comprometí a ayudarlo con los videos a cambio de un Mcdonald’s. 

Según Muñoz, esa deuda aún esta impaga.

 En octubre del 2015 entrevistaron a los candidatos de College a Consejeros Territoirales, representantes políticos de cada facultad frente a la Federación de Estudiantes de la UC (FEUC). Los videos tuvieron tal éxito que las listas que se candidateaban para la directiva de la FEUC les pidieron ser parte del juego, querían más exposición frente a los alumnos, y el programa de Heim parecía ser la instancia informal perfecta para mostrarse.

Tras esa época eleccionaria, Heim agarró vuelo. Decidido a posicionar su persona como una marca dentro de la universidad, fue en busca de más instancias en las que reírse de los distintos participantes, haciendo parodias a coberturas periodísticas de eventos universitarios. 

El conteo de los votos de la elección FEUC:

-Nos encontramos en la sala donde se cuentan todas las carreras que a nadie le importan en esta votación. Antes presenciamos los resultados de Diseño, ahora es…

-¡Ándate Hermann!

-Exacto, Química. A nadie le importa. Continuemos.

La bienvenida de nuevos postulantes a la universidad:

-Le agradecemos mucho sus palabras Rector Ignacio Sánchez. ¿Tiene que retirarse del evento ahora? Algo así me dijeron.

-Si, si. Tengo que tomar un avión a Chiloé

-Ah, está escapando antes de que el marxismo se apodere de la universidad, ahora que adscribieron a la gratuidad. Cobarde.

Las actividades navideñas de la Feuc:

-Y aquí, la Feuc de izquierda convence a los niños de que el comunismo es bueno, con regalos y juguetes, y un viejo barbón vestido de rojo. Es todo muy marxista.

En todas las instancias posibles aparecía Hermann Heim con su pequeña camarita de mano (que bautizó “Posmo Cam” y en ese entonces utilizaba como micrófono) y su fiel “Topo” (Muñoz) que lo grababa incesantemente. Pero también continuó con su formato de entrevistas, dando el espacio a representantes estudiantiles que querían instaurar debates en la universidad a través de este espacio informal, cómo la Secretaria Ejecutiva de la Feuc de ese entonces, Lorena González, quien accedió a asistir al programa para hablar sobre feminismo:

-Mira yo entiendo su lucha por la violencia contra las mujeres, pero igual, a la hora de los qui’ hubo, a más de una se le sale un… “pégame”.

 

Esa fue la tónica durante todo el 2016.  Pero a inicios del año siguiente, dos sucesos casi simultáneos cambiaron la dirección del programa.

El 20 de marzo, tras un conversatorio sobre política y universidad organizado por representantes estudiantiles de College, el pre-candidato presidencial Felipe Kast se retiraba de la facultad cuando Heim lo interceptó.

- ¡Hola! Soy Hermann Heim, le hablé por whatsapp hace un par de días. ¿Sería posible que nos regalara un par de minutos para poder lograr la entrevista por favor? Juro que no lo voy a webiar tanto.

El candidato se mostró con buena disposición y accedió. 

- Pero a ver, tú pretendes competir con tu tío José Antonio Kast, o sea que va a haber dos Kast en la papeleta ¿No crees que la gente se va a confundir?

-O sea, yo espero que la gente comprenda que en una familia puede haber dos visiones distintas.

-Ya pero la gente es weona. Yo creo solo en la democracia universitaria porque esa por lo menos tiene puntaje de corte.

Muñoz recuerda la anécdota como un punto clave en el desarrollo del programa.

-Fue el primer personaje externo a la universidad que entrevistamos, y eso catapultó a Hermann a la fama.  Creo que el hecho de que él lo pasara bien y el capítulo resultara ser muy gracioso permitió que otros posibles entrevistados nos consideraran como una opción seria. 

Hasta hoy Hermann no entiende cómo ni por qué, a veces culpa al destino y otras veces al azar, pero diez días después, el 30 de marzo, prácticamente al mismo tiempo que el capítulo de Caconociéndonos dedicado a Felipe Kast fue publicado en YouTube, un suceso inesperado causó una gran insurgencia de seguidores. El portal Gamba.cl compartió un video de Heim, publicado a principios de marzo, en que le preguntaba a los estudiantes que ingresaban a la Universidad Católica, haciendo su inscripción de carrera en el campus San Joaquín, en que comuna se encontraban; la mayoría, proveniente del sector oriente de Santiago, no pudo contestarle. Luego, otros sitios de noticias, incluido el portal de Chilevisión Noticias, publicaron notas sobre el video. El equipo recuerda este material como “su primer viral”. En una tarde, el canal había ganado casi 500 suscriptores. Era el inicio de su expansión. 

Ese año también entrevistaron al youtuber Ignacio Socías, del programa web “Frente Fracasados”; al candidato a diputado Luis Larraín; al rector de su universidad, Ignacio Sánchez; y al candidato presidencial ultraderechista de la elección pasada, José Antonio Kast. Además, produjeron otros 41 videos alejados del formato de entrevistas, entre los que destacan un sketch titulado “Tutorial para videos de campaña”, en que parodia a las franjas de los movimientos políticos universitarios, y otro en que encuesta a los transeúntes de Plaza de Armas respecto a sus preferencias políticas con dos cuadros, uno de Sebastián Piñera y otro de Alejandro Guillier, candidatos presidenciales en ese minuto. 

En los últimos tres años, entre trailers, sketches, entrevistas y coberturas especiales, el canal ha acumulado 155 videos y más de un millón y medio de visitas. Solo en 2017 paso de mil a 8 mil suscriptores.

 

* * *  

 

A los dos años no dejaba de hablar. Conversaba con todas las personas que se cruzaba, usando el arcaico lenguaje característico de los infantes, incluso hacia chistes de las palabras que pronunciaba mal. Susana Peña, su mamá, dice que era alegre; Franz Heim, su hermano, dice que era muy pintamono.

Tuvo una infancia que recuerda como bucólica en Maipú, creciendo en el barrio de Ciudad Satélite. A los siete años se separaron sus padres, él y su hermano se quedaron con su madre. A los 13 se mudó con su familia a la comuna de Macul. Un nuevo colegio, un nuevo barrio, una edad complicada.

-Le dolió mucho—cuenta su hermano Franz—porque dejó a todos los amigos allá en Maipú. Pero se le pasó rápido porque hizo amigos nuevos. Así es este cabro, es muy cuático, con las cosas buenas y con las cosas malas.  

A los 15, después de mucho insistir, consiguió que sus padres lo cambiaran de colegio, dice que ahí entendió el escalafón de ambiciones de las clases sociales.

-Llámame clasista, me da lo mismo, pero no quería estar un colegio lleno de tontos weones que ninguno apuntaba a nada en la vida. Yo quería entrar a una universidad, y a una buena, tradicional. Un colegio con matrícula de $1.500 no me iba a llevar a eso.

A los 17 participó en el programa de competencia de humoristas “Coliseo Romano” de Mega TV. No le dijo a su mamá que iba al casting. Tras una audición positiva, un camión paso por sobre su pie, y al llegar cojeando a su hogar debió confesar sus desventuras a su madre. Ahí le dieron una máxima permanente:

-‘Tu puedes hacer todo lo que quieras que te haga feliz’, así le dije—recuerda Susana—‘pero no puedes descuidar las notas’. Y en eso insisto, hasta el día de hoy. Si no está rindiendo en la u, no hay Caconociéndonos, no hay política, no hay nada. El, por supuesto, no me hace tanto caso, si ya está grande.

Llegó a la final de la competencia, pero no logró triunfar. Ahí se enamoró de los estudios de televisión. En el colegio le recomendaron entrar a una carrera técnica, pero Hermann jamás considero nada más bajo que un título profesional para su futuro. Dio la PSU dos años seguidos, ya que la primera vez no alcanzaba a entrar ni a la UC ni a la Chile. Entro a College con el plan de traspasarse a Dirección Audiovisual, y el resto es historia. 

 

* * *

 

Este pasatiempo con aires de trabajo lo esta matando lentamente, pero Hermann solo lo admite entre risas. 

Es un sábado de octubre y lo primero que hace al despertar, sin siquiera haberse levantado de su cama, es prender su computador.  

-No me gusta perder el tiempo—admite apenas abriendo los ojos, tras dormir solo 2 horas.

 Anoche estuvo editando otro de sus videos. Este era sobre fiestas de gala de las carreras de College e Ingeniería Comercial, eventos a los que los centros de alumnos lo invitan gratuitamente con la condición de que un capitulo de su programa esté dedicado a estos.

-Esta vez las dos galas fueron en días seguidos, viernes College y sábado Comercial. Estoy un poco destruido, pero creí que sería genial hacer un video contraponiendo los dos carretes en el montaje. El problema es que claramente en el segundo evento se nota que estoy mucho más encañado. 

Tras terminar los últimos detalles de la edición, sube el video a la plataforma de YouTube y programa que sea publicado en un par de horas más. Luego se ducha y viste en 10 minutos. A las 10.35 am. sale de su casa sin comer nada. Se dirige a la esquina de Poeta Augusto Winter con Arturo Gonzálvez, a dos cuadras de su hogar. Toma la D10 hasta la estación Camino Agrícola y continúa su trayecto en el metro para llegar al Campus San Joaquín. 

El día de hoy tiene que grabar materiales de dos videos más para su propia campaña para competir por la Federación de Estudiantes. Ha decidido lanzar su propia lista, un proyecto de parodia a las campañas políticas que compiten año a año. Lleva el nombre “N-Nulo” para, por un lado, invitar a usar su opción como un voto de protesta contra todos los movimientos políticos de la universidad; por otro, simplemente para confundir a quienes tengan que recitar los votos en el conteo, y deban diferenciar entre los votos que anulan y aquellos que votan por la lista.

Lo acompañan dos integrantes de su equipo. El camarógrafo usual, Muñoz, y su segundo al mando, Diego Bastías, acreditado en el programa como “Judío”, ya que Hermann le bautizó así debido a su ascendencia. El trato entre los tres es informal, pero poco cariñoso, cargado de insultos y eufemismos crueles. 

-Somos como un mal chiste de comediante gringo: “Entran un judío, un gay y un topo a un bar”—dice Bastías, imitando cierto estilo de comedia. –Pero todo queda entre amigos—aclara—yo se que a Hermann puedo decirle “fleto culiao” y no pasa nada porque él sabe que no soy homofóbico, de la misma forma que él me dice “judío asqueroso” y da lo mismo porque yo sé que él no es antisemita, aunque tenga apellido alemán.

Graban un par de escenas afuera de la sala que usualmente utilizan como estudio.  Son para su franja eleccionaria. En algunas habla Heim y en otras habla Bastías, refiriendose a proyectos ficticios de su falsa candidatura, como la instauración obligatoria del ramo “Fundamentos del Catán” o la construcción de un muro que separe las facultades de Derecho y Comunicaciones en campus Casa Central. Después de la breve filmación, vuelven a la oficina del Centro de Alumnos, para descansar y guardar sus cosas antes de continuar filmando. Hermann se levanta al baño y abandona la sala. Tras un par de segundos de silencio, los amigos preguntan:

-¿Ha comido algo?

-No nada

-Puta el weón. Va a morir joven—dice Diego

-¿Por qué? ¿Cómo?

-Es que castiga mucho su cuerpo—aclara Cristóbal—no delega pega y le quita importancia a sus asuntos personales.

-Hermann no tiene asuntos personales—interrumpe Diego.

-Es que tiene, pero los deja de lado—responde Cristóbal.

-Es como si los asuntos personales de Hermann fueran una velita junto a un tarro de bencina. Él los deja ahí, desatendidos, y confía en que nada malo va a pasar—bromea Diego, terminando la frase con un cansado suspiro, de esos que siguen a las discusiones que se reiteran en varias ocasiones y nunca llegan a un fin.

Cuando Heim vuelve, ambos cambian el tema de conversación.

A las 3 de la tarde aún no ha comido nada.

-No tengo tiempo para esta wea —dice tras escuchar su estómago rugir en medio de una grabación—Además, tengo que cuidar la plata de la Junaeb.

En las oficinas del Centro de Alumnos de College, traspasa todos los clips de la cámara a su notebook. Los prueba uno por uno para ver si se han copiado bien, después los borra de la cámara. Él dice que es para que la cámara tenga espacio libre y pueda seguir grabando, su equipo dice que es porque él es paranoico. Mientras revisa los videos en su computadora, anota en un cuaderno los minutos y segundos en que pretende cortar y pegar los clips y los chistes.

A las 10 de la noche, ya todos sus compañeros se han retirado. Notando que el metro puede cerrar pronto, Hermann cierra la sala y guarda la llave debajo de una baldosa suelta. Avisa por whatsapp a los miembros del Centro de Alumnos que ya abandonó su oficina.

Finalmente vuelve a su hogar. Finalmente come algo. Finalmente vuelve a sentarse en el mismo escritorio en que inició su día. Prende el computador nuevamente. Abre Adobe Premiere y comienza su jornada de edición, a punta de Red Bull y papas Lays. Hoy tampoco pretende dormir. 

 

* * *

 

     En su casa cuelgan cuadros de Victor Jara y Salvador Allende. Su madre insiste en que, si no se hubiese criado en esta casa, en una casa de izquierda, no estaría donde está ahora. Pero desde que entró a la universidad, su amplio grupo de amistad se ha visto mayoritariamente poblado por militantes de movimientos derechistas.

-A mi mamá le carga cuando le digo que voy a ir a carretear con los fachos. Es muy unidimensional mi vieja. No es mi culpa que la gente de izquierda sea antipática.

-¡Pero es que todos los amigos de este weon son fachos!—se defiende Susana—En eso debo admitir que él es mucho más abierto que yo. Me ha enseñado mucho de tolerancia. Yo viví en dictadura, viví con miedo. Que ahora los cabros puedan decir lo que quieran con libertad lo encuentro increíble. Lo encuentro valiente.

-A mi me gusta que pueda cagarles la carrera a los políticos nefastos—aclara su hermano Franz—que desenmascare a los chantas. Esas son sus convicciones.

-¡Yo al principio no entré a la política por convicciones!—explica Hermann—Era el nicho. En la Cato caché que la gente pesca la política. Si entrevisto a alguien de un movimiento, tengo asegurado a todo el publico de ese movimiento. ¡Y el material es inagotable, da para mucho, puedo pegarles a todos!

Esta actitud, esta atribución de “pegarles a todos” no cae bien a todo el mundo. Más allá de si lo consideran chistoso o no, hay quienes ven a Hermann como una amenaza a la clase política de la universidad. 

En el programa “Así es la wea” de Radio Federación, el día 2 de junio de 2017, Benjamín Katz, un asesor legislativo de la Democracia Cristiana en ese minuto, increpó a Heim respecto a la finalidad de su programa:

-Lo que tú haces es reducir la política a una cuestión de egos, personalista, no de ideas. Haces que la política pierda contenido. 

La presidenta 2017 de la FEUC, Sofía Barahona, quien otrora fue cercana a Heim, ya que también venía de College, desarrolló un disgusto por él tras alcanzar el cargo máximo de representación. Al ser consultada para este reportaje, solo respondió:

-No gastaría ni medio segundo de mi vida en hablar de Hermann Heim. No pienso validarlo ni como humorista ni como nada, porque creo que no se lo merece.

Hermann se ha visto enfrentado a una resistencia a su humor, pero él siempre se ha mantenido estoico, decidido a demostrar que su manera de aportar al ambiente político es la correcta. Ignacio Castro, su amigo más cercano en la universidad, a quien también conoció a través del programa, cree que es culpa de su orgullo:

-Hermann no sabe pedir perdón. Eso es todo. Él está orgulloso de su programa, y cree que él es el programa. Por lo que cualquier crítica al show se la toma a pecho. Si fuera capaz de desligar ese sentimiento personal, podría simplemente admitir que hay cosas que algunas personas no le gustan y chao. Pero su orgullo no lo deja.

15 minutos. Bastan sólo 15 minutos hablando sobre sus críticos para que Herman Heim se exaspere. En la sala de estar de la casa de un amigo suyo, mientras los demás celebran las fiestas patrias, él tiene una copa de pisco sour en su mano y la agita enrabiado en su cólera.

-¡Es que no entiendo como no captan la wea! No se trata de ser chistoso por ser chistoso, no quiero ser simplemente un payaso. Cuando alguien ríe, se distrae de cosas peores, se aleja de sus problemas por un segundo. Se trata de ser feliz. A mi me relaja ser chistoso, me gusta tirar la talla, y el programa es eso, pero en esteroides. Nunca lo hice para buscar amigos, para caerle bien a nadie, lo hice porque me gusta nada más.

Se detiene unos segundos y mira su copa medio llena. Su mirada perdida comunica una pausa reflexiva, algo de cansancio, como un profeta al cual nadie escucha, pero esta convencido de que tiene la razón.

-Y ahora resulta que nadie puede decir nada. ¡Ay que me violenta! ¡Ay que la salud mental! ¡¿Weon, que mierda les pasa?! Yo llevo años haciendo chistes, la gente no se ha puesto mas violenta, la gente se ha puesto mas débil. El humor es un reflejo de la sociedad actual. Si tienes una sociedad machista, ríete de eso. Si tienes una política de mierda, entonces ríete y muéstralo. No voy a andar tapándome los ojitos “un dos tres, nada existe”. ¡No weon! ¡Todo existe!

Mira su copa nuevamente, esta vez medio vacía.

-El humor no tiene límites. O por lo menos yo no voy a ponérselos. No voy a calentarme la cabeza. No me gustan los límites. No me gusta perder el tiempo 

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Katabases. Pt II